lunes, 19 de octubre de 2009

Epílogo


Con esta última entrada doy por clausurado el blog.

En primer lugar quisiera pedir disculpas a todos aquellos poetas a los que con tanto entusiasmo y energía he satirizado. Por si les sirve de algo, confieso haber disfrutado enormemente riéndome de ellos, sacando a relucir lo obtuso de sus habilidades literarias e imponiéndome a los mismos con más talento literario del que jamás sus torpes espíritus puedan concebir. Pero respiren tranquilos no obstante, pues el talento verdadero, unido a una independencia real y a una honestidad sincera siempre resultan sospechosos, y muy especialmente en los vanidosos círculos literarios donde, no obstante, el talento poético debiera estar en la base de todo mérito poético.

Viendo la producción total destinada al blog quedo bastante satisfecho. De algún modo constituye un lienzo panorámico donde los mayores espíritus poéticos hispánicos de la época han sido retratados, y me enorgullecería enormemente saber que si un día mi obra alcanza el lugar que merece, o sea el más alto de las letras hispánicas, estos versos serán tenidos en gran consideración hasta el punto que los efímeros poetas y sus no menos efímeras obras que he retratado sean recordados a la luz de mis versos, que es sin duda la luz que más honor les hace.

De Luis García Montero diré que posee la gracia poética de un macarrón, o sea ninguna. Y que sus versos, bien vistos, se adaptan perfectamente a la definición “trozo de una pasta hecha con harina de trigo, en forma de tubito y que se cocina de diversas formas”. En su favor diré que le acepto life vest Ander your seat como animal poético, aunque es justo decir que la técnica de contrapunto que adapta no se le ocurrió a él. No obstante la ejecución es buena.
Este poeta juega el papel de malvado hábil. Ha sabido colocar su obra en el escalafón más alto del Parnaso español y además con mucha inteligencia. No tuvo prisa para ganar el Loewe y cuando lo hizo fue presentando tal vez su obra de más mérito. Aunque generara mucha controversia entre el jurado, esta solo puede ser entendida por las rencillas personales existentes entre los mismos tan frívolamente barnizadas con una pátina de sabiduría o postura (posturazo más bien) poético. Lo que es seguro es que no se midieron los distintos talentos poéticos entre los finalistas, sino la amistad, la influencia y los prejuicios entre los mismos como siempre.
Tiene un gran talento político, merced al cual ha sabido gestionar su obra poética sumamente bien. Pronto se hizo con el Adonais seguramente con una mezcla de golpe de fortuna e influencias. Porque es así como se reparte siempre este premio. Después (o tal vez antes) ha gestionado con gran oportunismo por su parte el desembarco del gran desterrado, Rafael Alberti, de cuya fama se ha beneficiado. Siempre ha sabido arrimarse al ascua que más calienta, y entre sus habilidades ha estado la de hacer una soberbia lectura de los tiempos que corrían para saber cuál era la llama más favorable a sus intereses.
Seguramente es el poeta más afamado de su generación y es tan listo que ya ha previsto su futuro, pues ha sabido ningunear como pocos a sus enemigos, e ir sacando a la luz a jóvenes poetas a quienes ha amamantado como una vieja loba a base de premios. He aquí al ya consagradísimo Andrés Neuman y a la más reciente Elena Médel. Por ellos pasa su futuro, y en sus manos estarán sus futuros grandes premios nacionales y quién sabe si internacionales, pues para cuando Luisito sea viejo, estos estarán el en cenit de su influencia.

Ya que estamos con la Médel, debo decir que sin duda su elección debe basarse en un error de juicio poético, pues no posee otra virtud que la de ser, digámoslo así, simplona. Creo que su elección se corresponde a una sabia mezcla de azar, andalucismo, relaciones personales, prejuicios por parte de Montero con respecto a lo que la juventud es o debería ser, y por su puesto a una identificación personal con ella. Sin duda debe verse reflejado en su aspecto regordete y feucho, amén de ese acento granadino que como el ajo, echa hacia atrás.
Creo que sobre su obra no he descargado mi talento satírico, pero la verdad es que ni falta hace, y además no me apetece dado que tampoco encuentro un reto en ello.

Andrés Neuman. Debo decir que tiene condiciones y talento, pero que no termina de hacerlo estallar con total contundencia. Seguramente está demasiado entretenido gestionando su obra, ese capital que tiene, como para introducir en ella un salto de calidad que le haría verdaderamente grande, y dado que empieza a pasar por serlo, corre el serio riesgo de conformarse con parecerlo en lugar de proponérselo realmente. Escribe demasiado y además pisando siempre sobre seguro. A mi entender conferirá más cuerpo a su obra cuando le dedique más tiempo. Él es sobretodo poeta, pero puede dedicarse a otros géneros con éxito porque posee cualidades. Pero por ahora no quiere dedicarle el tiempo necesario a una obra suya como para hacerla verdaderamente grande. En general me parece un pánfilo, sin embargo, insisto, no es ningún inepto.

Por suerte, uno y otro son de otra generación y no tienen que acudir regularmente, como en cambio sí hace su mentor, a ese lugar común tan pueril como es el de la disidencia antifranquista. Montero se apunta un tanto que me cuesta horrores creer. Pero en fin, no hace sino lo que otros antes que él han hecho también. Y la verdad es que todos mienten, amén de alimentar una vanidad que surge de un sólido posicionamiento moral. Viendo cómo actúan en materia poética me resulta imposible creer que estos sigan moral alguna. Al contrario, degradan la moral a un recurso estético, a un frívolo sucedáneo que mostrar en público sin otro interés que el de pavonearse.

Últimamente un poeta al que respeto enormemente, Ángel González (q.e.p.d.), se prestaba a hacer manitas con Montero y los de su estirpe. Unos y otros se han beneficiado mutuamente. El poeta asturiano también ha sabido sobrevivir en el circo poético. Ha sido bastante íntegro a mi entender, aunque se ha prestado a guirigáis estúpidos como el del homenaje a Antonio Machado, este tipo de tonterías son a mi entender un exabrupto estúpido.
De él se ha dicho que en su círculo íntimo despreciaba a estos poetas como tales. Ganarse a González ha supuesto para Montero ganar peso poético, ganar cierto empaque del que carecen todos los miembros de su grupo. Porque Benítez Reyes es insulso como un hueso raído. De ser una comida su obra sería uno de esos interminables ranchos que te ponían en la escuela y que se le hacían a uno inacabable, amén de ser de digestión espesa. Le reconozco el mérito de haber inventado la prosa prosética, invención esta por la que la Historia lo absolverá un día. Escribe poemas largos de periodos extensos e insulsos como una estepa. Al ser tan largos pierde uno toda sensación de ritmo. Pensé en sacarle las vergüenzas parafraseándole un poema pero, o dicho, de imitar sus interminables periodos quedaría un poema súper largo y pesado, sin ritmo ni gracejo así que lo deje por imposible.

Gracias a estos la poesía española tiene cierto acento andaluz. La soberbia intuición política de Montero no escapa a esos tics sureños. Puestos a dibujarse un mapa del panorama poético español con el que presentarse al pueblo español a escogido un fondo basado en el imaginario de la Semana Santa. Se nos presenta como un inocente proscrito, como un bendito en suma que toma parte activa por una ética o moral superior. Erre que erre a lomos de su borriquita ha terminado por hacer su entrada triunfal en la Jerusalén de las letras hispánicas. Para el sagrado día del Prendimiento ha disfrazado a los patafísicos poetas del… a los que acusa de comerciar con las letras a orillas del templo. Se ha inventado una crucifixión apelando a valores que dice defender pero que jamás aplica y es él el encargado de pasear al cristo apelando a su galones de viejo resistente antifranquista, cosa que es rotundamente falsa. Sabe ser hipócrita en un pueblo de hipócritas, y como buen andaluz sabe bien cómo organizar una semana santa de puta madre.

Benítez Reyes es romo a hasta el aburrimiento. Es lo menos grácil que ha dado la literatura española en mucho tiempo. Su talento destaca por lo obtuso que es. Me da la impresión de que si fuese un ave sería una gallina que batiendo sus alas no logra levantar jamás el culo del suelo.

Juan Gelman es un vanidoso, pecado este por otra parte nada delicioso. Es un oportunista muy apreciado en España. Todos alaban su técnica pero yo no la veo por ningún lado. Todos sus accesos retóricos se me antojan simples jueguitos de palabras en extremo fáciles. Seguramente el crítico De Witt alabaría su soberbia capacidad para retorcer la sintaxis y demás estupideces al alcance del más palurdo de los hombres. Lleva años explotando la veta del exilio y de su tragedia personal. Y encima es tan soberbio que convierte el repulsivo el tedio que me invade al leerle. Oirle recitar está prescrito en las farmacias de medio mundo para quien padezca insomnio.
Reto a alguien a que me diga cabal y objetivamente dónde se halla la supuesta calidad poética de este mendrugo poético. Nadie lo hará porque es una de esas mentiras repetidas hasta la saciedad y que el ganado bovino de ese aprisco que es La Cultura se apresura a consolidar gritando en masa: beeeeeeeeeee.
En mi país los culturetas son tontos a rabiar, sus accesos de vanidad no resultan nada seductores. Chupaculos profesionales que desde su más tierna infancia le han lamido el culo al profe de latín. No hay más que verles, fíjense en su fotos, ¿no os resultan familiares? Tienen la misma cara de idiota del soplagaitas del pelota empollón que se peleaba por sentarse en primera fila. Ese que ha aprendido a no pensar por sí mismo a fuerza de repetir como un loro lo que le han enseñado a fuerza de que el viejo loro de su profesor se lo premie.

La revista litoral sería deliciosa si no se hubiera convertido en un salón de sociedad donde las señoronas poéticas se hacen la corte por turnos. Es radio macuto. Si quieres conocer el espíritu simplón de estos poetas no dejes de leerla. Hablan de sus fiestas y marchones antológicos con el mismo tono lastimero de chavales de 16 años que no ligan ni pa trás.

Marzal: aunque juran y perjuran que odian la poesía patafísica, tienen en este atún poético a un patafísco de tomo y lomo.

Emilio Prado: he pensado en dedicarle unas glosas pero he desistido pues no causaban efecto alguno sobre su poesía. Resulta tan estúpida por si misma que para qué repetirnos. Resultaría doblemente tórrida su lectura. El muy cafre últimamente se multiplica como los panes (de ajo) y se prueba con éxito en otras disciplinas literarias como el relato corto. Gracias a El País he podido disfrutar de la lectura de su relato ganador en los premios del tren (una pasta). Unos de los placeres más deliciosos que hay es el de encontrarte con una obra premiada tan rematadamente mala. A este hombre que lo devuelvan a parvularia. Además de los muchos deméritos literarios que acumula en el relato construye varias frases mal!!!

Sabina: tenía tanto miedo a ser rechazado como poeta por los poetas, que cuando se le aceptó perdió el güiro. El universo Visor aplaudió a coro sus infumables sonetos a sabiendas de que era un superventas y él ha decidido creérselo. Y hallo la certeza de que se lo ha creído en que no ha cambiado un ápice (sus sonetos y demás versos son igual de infumables que al principio). Acomete sus sonetos como quien tiene que salvar un número x de rimas y de lanza como un loco confiado en que su talento rectificará con calidad su descabellado modus operandi.

Si Montero hace gala de una hipocresía política sobresaliente, los de la acera de enfrente son unos talibanes. Dando por hecho que la poesía no es un juego sino una razón de ser, o sea una cosa muy seria, andan circunspectos y endiosados. Me da una risa verles (y leerles ni te cuento) ahí están los fantoches del Robayna, Gimferrer o el yeti ese venido del frío… Gamoneda (cejas no le faltan). Sobre sus singulares espíritus se ha posado la sagrada paloma de la poesía y les tiene las solapas de la chaqueta hechas un cristo. Lo dicho, para ellos la poesía es de un solo modo o rotundamente no es. Son adoradores de la palabra poética y ellos son el divino receptáculo donde esta se manifiesta. Eso el poeta como un oráculo divino… el puramente inspirado Gimferrer quien a fuerza de pasar al papel lo primero que se le viene a la cabeza y tenga once sílabas métricas ha envuelto todo lo que de cabal tiene el lenguaje en una confusión tal que en sus sonetos por ejemplo la lengua española parece un Laooconte dramáticamente atrapado por la serpiente.
A estos poetastros pitonisos podemos dividirles en proserpinos y ezequiles. Los primeros tanto más inspirados cuanto más rítmicos y espasmódicos sean sus versos, y los segundos tanto más profetas cuanto más grandiosas y profundas sus visiones.

Como por poesía puede pasar casi cualquier cosa y se escribe en un momento, se dedican a ella los más vagos. Así las cosas, una turba de politicoides de pueblo la practican y gracias a ellos la edición y la multiplicación de los premios se ha multiplicado.
Los premios son moneda de cambio y raramente se premia algo bueno.
Lo más peculiar es que además, lo poco bueno que se premia seguramente estaba dado de antemano. Quiero decir con ello que no pro menos dado se premiará algo mejor, de más talento y mérito. Pues cuando un premio no está dado de antemano es porque los del jurado no tienen a quién dárselo y eso es síntoma de que no están dentro del mundillo poético. En estos casos, su fallo estará ligado a su juicio poético. Yo aseguro que puede esperarse muy poco de esta gente.
Para ganar tendrás que enviar una obra que su catetismo considere auténtica poesía. Esperar un jurado poéticamente maduro e independiente a un tiempo es una absoluta quimera.
Así que si tenéis talento de verdad hacedme caso. No perdáis el tiempo en la poesía, dedicaos a otras artes más en boga y modernas, porque unas señoronas que debieran estar haciendo ganchillo en sus mesas camillas han escogido este dominio como el suyo, y retirar sus gordas posaderas de allí no parece cosa fácil.

Adiós y que tengáis suerte.

viernes, 9 de octubre de 2009

Pesados terciopélos sus éxtasis sofocan


Que el bueno de Ángel se llevó consigo a la tumba un secretillo poético, pocos lo sabemos. A continuación incluyo y glosamos un poema suyo para luego desvelar el susodicho secreto.


Fábula y moraleja


Dos soldados se amaban tiernamente.
Grababan en las balas las iniciales de sus nombres
propios
elegantemente entrelazadas
-quizá con un punto de cursilería.
Intentaban de ese modo llevar su amor al corazón de todos los hombres,
lo que estaban logrando
con licencia de armas,
perseverancia
y buena puntería.

Aprendí de esta historia
que a los hombres educados en el desprecio
hasta el amor les sirve para expresar su odio.


Efectivamente, mis glosas están hechas de silencio. Pues el poema nos gusta, y el poeta también. Si bien, no es menos cierto que ha hecho manitas con poetas bien posicionados, ha presidido honoríficamente jurados en su Oviedo natal muy poco transparentes y ha participado en más de un contubernio de poesía dedicado a oír (y oírse) psicofanías poéticas estúpidas. Seguramente, además de un gran poeta era un gran superviviente de las letras hispánicas.

Cuando sus colegas hacen memoria del gran poeta asturiano, suelen sacar a la luz pública cierta anécdota que a ellos les debe parecer simpática. Cuentan que cuando se reunían en pisos clandestinos (y tal) para hablar de poesía, leer a autores prohibidos, etc... apareció un día un tipo que hablaba tanto y tan mal del régimen franquista que todos le supusieron espía. Dicho tipo resultó ser Ángel González. Lo que nunca supo el resto de patéticos poetas del contubernio es que su intuición primera no les engañaba, ¡si hubieran confiado como verdaderos poetas en aquella temprana intuición!

Ángel González era, efectivamente, espía. Pero resultó un espía infinitamente mejor poeta que aquellos a los que espiaba.
Se dice que empezó a probar con las palabras al modo de los panaderos...


miércoles, 7 de octubre de 2009

Bousoño (de charanga y pandereta)


El presente poemita que nos disponemos a glosar se titula, España en el sueño (húmedo). A modo de glosa primera añadimos lo que va entre paréntesis. Creemos haber sonsacado el sentido oculto que el poeta quería transmitirnos. Es el dos más dos que un freudiano de raza esgrimiría. El bueno de Carlos expresa en él un deseo no saciado y el temor recurrente de que esta situación se perpetúe. Presenta sus inquietudes envueltas en una atmósfera bucólica y pastoril bastante edulcorada al tiempo que exaltada. Bousoño no aporta nada literariamente, antes al contrario, su soneto es artifial y simple, plasticoso y naif. Va subiendo el tono y acaba casi a gritos, patéticos todos aunque eso sí, simpáticos por la cantidad de gallos que a esa voz adolescente se le escapan.


Desde aquí yo contemplo, tendido, sin memoria
el campo. Piedra y campo, y cielo y lejanía.
Bousoño está en el campo tendido en compañía
del cielo y de una piedra como una zanahoria.
Mis ojos miran montes donde sembró la historia
el dulce sueño amargo que sueña todavía.
Rodeada de encinas y boñigas de Soria
sembró su propio sueño más bien la prehistoria.
Pero el amor fundido en piedra día a día;
Bousoño ama a las piedras: les hace poesías.
Pero el amor mezclado con monte o con escoria,
Ama el pasto y las vacas con tantísima euforia...
es duradero y te amo, oh patria, oh serranía
crespa, que te levantas, bajo el cielo, ilusoria.
Bousoño se ha fumado tres porros de maría
y todo le da vueltas como una vieja noria.
Campos que yo conozco, cielos donde he existido,
piedras donde he amasado mi corazón pequeño,
buques donde he cantado: sueños que he padecido.
El campo le ha dejado el corazón partido
y va y se lo confiesa empapado en sudor
Bousoño en plan quijote completamente ido.
Os amo, os amo campos, montañas, terco empeño
de mi vivir, sabiendo que es vano mi latido
de amor. Mas te amo, patria, vapor, fantasma, sueño.
Y sigue con su rollo, luego arranca una flor
y escarba allí un boquete estrecho y reducido
sobre el que se recuesta a con sumar su amor.

martes, 15 de septiembre de 2009

Pésame. L.A. de Cuenca


La verdad es que llevo algún tiempo esperando vuestro pésame. Efectivamente sí, he estado muerto, ha sido como cosa de dos meses, pero por desgracia para vosotros, poetastros, he resucitado. Y anuncio que pronto colaborarán nuestros nuevos y sorprendentes fichajes.


Comencemos pues. El poemita de hoy es de Luis Alberto de Mónaco, perdón, de Cuenca, que efectivamente existe. El poema es, claro, malo a rabiar, nuestros versos en los márgenes mejorarán en lo que puedan las letritas del poeta.

[Como siempre, nuestras glosas en los márgenes aparecen en cursiva]


Pasión, muerte y resurección de Propercio de Asís.
Gusano, capullo y mariposa de Alberto el conquense.


Sombras, Propercio, sombras, gavilanes
oscuros, imprecisos, niebla pura,
Sombras, Alberto, sombras, los devanes
oscuros que el porvenir te augura.
Cincha, brida y espuela. No profanes
el mástil del amor, la arboladura
del deseo, la ofrenda de los manes,
con la triste verdad de tu locura,
verso, brida y soneto. No te afanes
en ceñirte a los hombros la armadura
de este metro, con tantes ademanes
tu verbo Alberto se te contractura.
Cosmética, veneno, miel, divanes
y el perfume letal de la lectura.
Cosméticos (Loewe), cuando ganes
realzarán tus peores escrituras.
Conocerás un puente de cuchillos
la brisa del instante, el terciopelo
remoto como el torso de una diosa.
Se te ha ido cayendo ya el flequillo
y la brisa del instante, ya tu pelo
poco va a revolver, siempre insidiosa.
Sudor frío de muerte, tenues brillos
de Cintia envuelta en luminoso velo
y, al fin, la permanencia de la rosa.
Sudor frío de muerte, los cepillos
las tijeras y el peine están de duelo
y luce al fin tu calva esplendorosa.

miércoles, 17 de junio de 2009

Poema a Addison de Witt, alter ego de doña Rogelia, por cierto, ávida lectora de Gamoneda y que se identifica, cómo no, con Olvido García Valdés


Olvido y Gamoneda son poetas
con estatura de vivientes mitos
son lo más parecido a un don Vito
y a ese monstruo glotón de las galletas.
Como el Loewe no entra en su distrito
y España tiene exhaustas sus seis tetas
contrataron a cinco apologetas
a fin de que divulgue sus refritos.
Don Addison de Witt es un montaje
un crítico "feroz" e "independiente"
que ejerce una crítica-potaje
con los chorizos de sus oponentes.
¿Os jode que acaparen esos otros
los premios que queréis para vosotros?

domingo, 14 de junio de 2009

Cómo ganar un Loewe

A continuación incluímos dos poemas de autores Loewe, con su conmentario intertextual (o glosas en los márgenes) a fin de que todo aquel que desee hacerse con el famoso premio conozca la línea estética que gusta en la famosa casa de cosméticos. El primero es de Lorenzo Oliván, y si no me equivoco abre con él el poemario con el que se alzó campeón del Loewe. El segundo es un poemita de Peri Rossi, en este caso extraído no de Play Station sino de otro poemario anterior premiado por no sé qué diputación (Málaga, Huelva...)
Así que poetas del mundo, ya tenéis el patrón sobre el que empezar a atrabajar.


Manos

Miras la palma abierta de tus manos
¿Qué te dicen? ¿Realmente son tuyas?
pues claro que son mías subnormal
¿No te interrogan al interrogarlas?
la verdad es que no, lo siento mucho
¿No te miran extrañas si las miras?
Por encima del hombro, no te jode.
Mueven, mueves, un poco tus, sus dedos
haciéndote no sabes qué señales
como si pretendiesen desvelar
sobre ti mismo algún oscuro enigma.
Tú tienes un problema y de los gordos
ve al médico compadre urgentemente
y no te tires pajas si eres de esos
que aún creen en el coco.
Hay en sus huellas más signos escritos
que en los libros del mundo. Te dan vértigo
no creas
sus trazos superpuestos, ese afán
por dar perfil a cosas imprecisas.
Mis manos son mas bien analfabetas,
ni me hablan ni son un libro abierto
ni tienen ese afán vertiginoso
de dar perfil a cosas imprecisas.
Qué tormentas calladas, qué relámpagos
quietos, qué seca lluvia, qué raíces
sin flor, qué blandas piedras, qué mirar
sin hondos ojos, qié simas sin simas.
tus manos más que manos me parecen
la madre del cordero
y no sé qué que qué que más decir
¿Dónde te llevan? ¿Hacia qué lejano
tiempo de qué principio va tu mente?
mi mente no hace viajes en mis manos
ni éstas tampoco son tan elocuentes.
¿A quién heriste, asesinaste, amaste
en qué otra piel?¿De quién sois manos mías?
Lorenzo, tú tranquilo y sobretodo
mantén tus manos quietas mientras llamo
al 112, me oyes Lorenzo, tú, respira hondo.

Y ahora elde Peri Rossi que se titula Exilio, un tema tan trillado como recurrente...

Cabina telefónica 1975
por el culo te la hinco
el exilio es tener un franco en el bolsillo
y que el teléfono se trague la moneda
y no la suelte
entonces me he exiliado muchas veces
porque hasta a Franco he tenido en el bolsillo cuando había pesetas
-ni moneda, ni llamada-
en el exacto momento en que nos damos cuenta
de que la cabina no funciona.
Estaría trucada...
la próxima te fijas porque hay yonquis
que trucan sus cabinas como poetas
que acuden de jurado a tantos premios
y trucan -bien lo sabes- su mecánica.

Ah ya lo tengo, Premio XVIII Unicaja de poesía Rafael Alberti

sábado, 6 de junio de 2009

Semblanza del crítico Addison de Witt



Hoy invitamos a nuestro burladero a Addison de Witt, responsable del hasta ahora único blog que tenemos linkeado. El motivo de someterle a tal escarnio público no es otro que el de haber bloqueado mis comentarios en su blog (absolutamente inofensivos por otro lado) sobre la poeta no sé qué Navarro y su poemario Inane de cuyo descubrimiento tan feliz se muestra. En él decíamos que el premio que ganó, el de la Complutense, lo conocíamos bien, pues nosotros mismos nos presentamos. Indicábamos asímismo que en su momento nos había llamado la atención que la poetisa estuviese vinculada a la Universidad, cosa que por otro lado nada tiene de malo y que no tiene por qué hacer dudar a nadie de su ulterior valía. Es verdad que afirmábamos que lo único que nos haría dudar, era el más que indudable valor de nuestra propia obra poética. Por último felicitábamos a la autora y confesábamos que los extractos que publica de Witt en crítica y contracrítica no nos habían desagradado en absoluto.

Desde entonces hemos leído con más atención sus críticas y descubrimos a un tipo sumamente tendencioso, enemigo acérrimo de una escuela poético como gran defensor de otra. Eso no nos ha gustado, pues nosotros nos hemos propuesto burlarnos con armas poéticas tan solo de aquellos poetas que a nuestro entender son unos trepillas. Nunca haríamos una crítica de alguien que cultiva la poesía o cualquier otro arte con ánimo de ofender, puesto que entendemos todo acto creativo como algo sano.

De Witt, aquí va tu poema, querido:

Querido apóstol de los no premiados,

querido criticón de criticones,

ejerces tu labor con condiciones,

con ese pueril tic de los untados.

La vida es una caja de bombones

y Ullán y Gamoneda te han tentado,

tildas al enemigo de apestado

y sacas por los tuyos los pompones.

Elegante y cultísimo Macario

¿Quiénes son tus ventrílocuos de Witt?

¿Evitan a tu círculo en Babelia

al que quieres vender con todo el kit?

Si al artista lo impone el comisario

has perdido la vez, doña Rogelia.